Escrito el: 27 de Noviembre de 2006 a las 19:26
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El pescador solitario era un hombre de Dios. Un día tuvo la audacia de pedir al Señor un signo de su presencia y de su compañía: Señor, hazme ver que Tú,siempre estás coonmigo. Dame el Don de experimentar que me amas.Y el gozo de saber que caminas conmigo. Cuando reemprendía el camino que le conducía nuevamente a su casa, observó con asombro que junto a las huellas de sus pies descalzos, había otras cercanas y visibles. Mira, le dijo el Señor, ahí tienes las pruebas de que camino a tu lado. Esas pisadas tan cercanans a las tuyas son las huellas de mis pies. La alegría que tuvo fué inmensa.Pero no siempre fué así. Vinieron dias de tormenta y de frio.Caminaba taciturno por la playa.Volvió sobre sus pasos y observó que, esta vez en la arena, sólo había la huella de dos piés descalzos. Señor, has caminado conmigo cuando estaba alegre.Ahora que el desánimo y el cansancio hacen mella en mi vida... me has dejado sólo. ¿Donde estás ahora?. Amigo.. cuando estabas bién, yo caminaba a tu lado. Pudiste ver mis huellas en la arena...ahora que estás cansado y abatido he preferido llevarte en mis brazos.
Las pisadas que ves en la arena son las mias marcadas por el peso de tu propio cansancio.
MORALEJA: Este Señor, de este cuento, para mi, es mi Grupo
__________________ FELICES 24 HORAS
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