violentos Usuario

Ingresado: 22 de Mayo de 2006 Lugar: Spain Mensajes: 19
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Escrito el: 06 de Agosto de 2011 a las 21:54
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Eran las 9 de
la noche de un día 31, nuestro apuesto personaje solo tenia en mente una idea, que llegasen
las 12 de la noche. Como primero de mes que era, su nomina resplandeciente
apareceria impresa en la cartilla. Parecia mentira que se hubiera olvidado de
los ultimos 29 dias, desconectado del
mundo, sintiéndose un desgraciado miserable perdedor y sin un puto duro. Pero ahora estaba impaciente, contando los
minutos, repitiendo en su cabeza los pasos que tenia que dar, ese dia iba a
triunfar. No jugaria Mucho. Haria las transferencias (pension, alquiler),
pagaria lo que habia pedido a un amigo, pasaria a por el regalo de su hija y
con el resto jugaria para ganar, despacio sin acelerarse, que aun tenian que
entrar otros gastos ese mes. Empezaba a trabajar a las doce, lo que le daba
margen para iniciar su carrera meteorica hasta la fama.Daba por
hecho que esa loteria con bote estratosferico
le tocaria un dia de estos, y entonces como habia imaginado mil veces seria
tratado como un señor, el problema no seria el dinero, no jugaria, porque al no
tener deudas y tener dinero de sobras no le haria falta. Bañaria a su familia
con dinero y regalos, lo verian como un triunfador, serie un gentleman y todo quedaria olvidado. Habia cenado
poca cosa, dos bocados intranscendentes a una pizza del dia anterior, traida
por su hermano. Este se intereso por su estado, pero no escucho más que un “no
te preocupes”, “lo tengo controlado” y “no me apreste”. Su hermano con un nudo
en el estomago y con la consigna de la familia para que mediase, se marcho
resignado e impotente y con la impresion que le habian cambiado a su hermano
mayor. Esa misma
tarde habia hablado con sus hijos de 5 y 8 años, unos minutos, y porque habia
llamado su madre ya que el tenia el movil restringido. Esta le recordo que
transfiriera por la mañana la pension y que no olvidara por la noche llamar a
su hija por su cumpleaños, el con tono seguro y focalizandolo en su mente, le
intento transmitir seguridad y tranquilidad en que lo haria, ella en tono
ahogado se despidio con un “ya veremos”. Hacia solo un
mes que su familia habia abandonado su casa, en el fondo y aun sintiendo una gran
angustia por ello, se sentia aliviado, llevaba 28 dias sin preguntas
repetitivas, reproches injustos y la incomodidad de sentirse incomprendido. Tenia que
acostarse pronto, para estar en el banco nada mas abriera. Eran las doce,
coloco el despertador de mesita y el del movil por si acaso. Se levantaria a
las 7 para ir tranquilo. Como era normal no consiguio conciliar el sueño, y en
un dia como este no iba a ser menos. Una mezcla de excitacion e impaciencia le hacia
dar vueltas por la cama. Se puso la radio, se levanto a ver la tele, otra vez a
la cama y todo esto con el reloj en su contra. Llegadas las 4 y con el miedo de
dormirse al dia siguiente, decidio no dormir. Estaba claro, una ducha, tres cafes
y se le hicieron las 5. El tiempo no pasaba, enfrente la tele observaba el
reloj de pared, que lento, parecia que ese preciso dia los segundos se habian
transformado en minutos. En su cabeza
solo habia un pensamiento verse haciendo la transferencia, pero, eran las 6. Penso
y decidio buscar un bar y matar el rato tomando un cafe y leyendo el periodico.
Era lo mejor, ademas el sueño empezaba a hacer mella en el, tenía demasiadas
responsabilidades como para dormirse. Salio del
portal, era enero, el frio cortaba, no invitaba al paseo. La calle estaba desierta
solo mancillada por algun coche fugaz,. Llevaba 3 euros, pero al ver un cajero decidio
sacar 100 euros más, tal vez seria buena idea ir primero a buscar el regalo
antes de ir al banco, asi de paso probaria suerte con algo suelto, pero para
ganar, con calma. Dio varias vueltas sin suerte, bares abiertos no habia y el
que conocia aun tardaria un rato en abrir. Sentado en un banco durante un rato
se repitio que no podia cagarla, repaso los pasos a seguir una y otra vez, durante
un pequeño instante sopeso llamar a su hermano, pero rapidamente un pensamiento
de no molestarlo le inundo. No puedo cagarla, no puedo cagarla, hoy no. Sus fantasias
volvieron para amenizar su espera. Coche de lujo, caras sonrientes, miradas de
orgullo, ostia tio, que grande me veo, el puto amo, me ha de tocar a mi. De
repente una persiana capto su atencion, se levanto presto y con paso decidido
entro, pidio un cafe y metio una moneda. Eran 7 de la
tarde del día 1. Una angustia recorria su cuerpo. Medio somnoliento, con la
boca seca, el estomago hecho un nudo y un dolor de cabeza que cortaba sus
pensamientos, escudriño los bolsillos en busca de alguna moneda, el cajon y varias
veces el de la camisa donde siempre llevaba los billetes. Se dio la vuelta, no
sin antes volver a revisar el cajon y golpearse los pantalones en busca de un
sonido de calderilla. Al cruzar la puerta de salida, del ultimo de los bares
que habia recorrido ese dia, se llevo las manos a la cabeza y cerro los ojos
con fuerza con la esperanza que al abrirlos despertara de esa pesadilla. Miro
su reloj, donde estaba el tiempo que no recordaba, se habia esfumado, los
minutos se habian convertido en horas. Hija, mujer,
amigo, trabajo, hijos, alquiler,
cumpleaños, luz, agua, gas, hermano, hija, mujer…..se repetia en una voz
agónica sentado en un banco. Ando ligero hacia casa. Una vez en el ascensor y
mirandose al espejo, se repitio que había hecho, se llamo tonto, se froto con
fuerza la cabeza, se lamento entre sollozos e incluso se santiguo. Una vez en
casa y con el silencio de su soledad, al revisar los bolsillos de chaqueta,
pantalon y camisa en repetidas ocasiones, sobre la mesa yacía lo siguiente: unos boletos
de primitiva para el dia siguiente; un cartilla bancaria con saldo 9
euros y con una de sus paginas llena de reintegros; un paquete de tabaco
machacado con 5 cigarros (el tercero de ese dia); un movil apagado desde la 11 de
la mañana; 3 monedas de 5 centimos y un
paquete de chicles sin abrir, una botella de agua menos un sorbo y un periódico
aun sin ojear. Todo esto ultimo, pequeñas compras para conseguir cambio una vez
agotadas las monedas en los bares. Dudo en encender el movil, estaba deseoso de
recibir cariño, de una voz amiga que le entendiera, por que como cada principio
de mes desde hacia algun tiempo, tenia claro que esto le sobrepasaba. Pero el
miedo, la vergüenza y su estado mental
como físico le impedian razonar. Al encender el movil apreto los dientes y
comenzó a repetir en voz baja la estrategia a seguir, su mente iba a mil y pese
al desasosiego, las escusas, mentiras y soluciones faraonicas fluian por
doquier, hasta tal punto que comenzo a creerselas y que le creerian. Al
encender el movil 30 llamadas perdidas esperaban ser vistas. Despues de echar
una ojeada al movil, se tumbo sobre la cama y entre sollozos, se vio como le
tocaba la primi al dia siguiente, le tratarian como un señor, el problema no
seria el dinero, no jugaria, porque al no tener deudas y tener dinero de sobras
no le haria falta. Bañaria a su familia con dinero y regalos, lo verian como un
triunfador, serie un gentleman y todo quedaria olvidado. Apago el movil y se agazapo con una sonrisa forzada bajo el
edredon.
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