Escrito el: 13 de Oc tubre de 2008 a las 09:34
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Hola a todos. Soy un adicto a las apuestas deportivas a través de Internet, necesito ayuda y no sé a quien recurrir.
Tengo 28 años, pertenezco a una familia humilde, pero en la que nunca nos ha faltado lo esencial para vivir. Tengo un buen trabajo, una familia excepcional que me ayudó hace un año cuando les confesé el problema que tenía con el juego, y una novia que no se merece por todo lo que le he hecho pasar, una persona excepcional que me sigue queriendo a pesar de todo lo que le he hecho pasar.
Comencé a jugar en enero de 2005, mi primera apuesta fueron 10€ al empate entre Villarreal y Barcelona, perdí la apuesta. Me lo tomé como un juego e iba apostando cantidades pequeñas, 10, 20 50, haciendo varias apuestas a la semana, ganando y perdiendo,… En definitiva no tenía grandes beneficios ni grandes pérdidas.
Al cabo de unos meses, a mediados de 2005 empecé a apostar cantidades mayores, 100€, 200€ y de nuevo iba compensando ganancias con perdidas. Durante este tiempo solicité mi 2ª tarjeta de crédito para poder tener una reserva de dinero con la que apostar en caso de tener pérdidas importantes. Todavía el juego, la adicción no se había apoderado de mí. Seguía saliendo con mis amigos, dando prioridad a estar con mi novia, a salir, ir al cine, a cenar fuera, etc…
Desde mediados de 2005 hasta mediados de 2006 la situación varió, comencé a tener más pérdidas que ganancias, pero sin superar el límite de mis ingresos. Así que aunque me era imposible ahorrar no perdía más dinero del que ingresaba a fin de mes, por lo que no tenía que acudir a solicitar dinero a crédito, ni a mi familia, ni a amigos, etc…
No hace falta decir que durante este tiempo nadie sabía que apostaba, mis padres siempre me han dado independencia con respecto a mis ingresos y con respecto a mi novia nada le hacía pensar que comenzaba a tener un problema.
Todo cambió de repente. Hacia abril de 2006, comencé a tener ganancias, llegué a ganar 30.000€ en poco más de 3 meses. Acabé de pagar el coche que me había comprado en febrero de 2003, me compré un pc nuevo, …Todo era maravilloso, creía que la suerte que tenía no podía terminarse jamás, que había dado con la clave de las apuestas por Internet; vamos que creía era un genio y que nada podía salir mal.
Hacia finales de julio de 2006 comencé a dilapidar los que había ganado en poco tiempo, llegando a hacer apuestas de hasta 5000€ de una sola vez. A partir de ese momento comenzó mi calvario
Después de las vacaciones solicité mi primer crédito de 10.000€, creyendo que en poco tiempo recuperaría ese dinero y lo podría devolver al banco. Lo perdí todo. Pasé a solicitar créditos rápidos, 1000€ por un lado, 2000€ por otro, hasta acumular una deuda total en créditos por un importe aproximado de 60.000€. Evidentemente todo eran perdidas en las apuestas, no solo no podía devolver ninguno de los créditos, sino que necesitaba de mas para poder pagar las cuotas mensuales de estos y seguir apostando.
Hasta que llegó octubre de 2007, el jueves día 11 de octubre se lo conté todo a mi novia. Lloramos mucho, confesé todo lo que había hecho. Le dije que si quería dejarme, que la entendía, que no le podría reprochar absolutamente nada, y ella decidió quedarse a mi lado y ayudarme. El día 14 de octubre se lo conté a mis padres. Como podéis imaginar el disgusto que se llevaron fue tremendo, pero también decidieron ayudarme pidiendo un crédito de 45000€ a su nombre, avalando con el piso para cancelar parte de la deuda que tenía yo. Los 15000€ restantes me los dejaron de los ahorros que tenían de toda su vida trabajando. Pago desde entonces 700€ al mes del crédito y el dinero de mis padres no sé cuando se lo podré devolver
Parecía que todo se iba a arreglar, me puse a trabajar también en fin de semana compaginando con el trabajo de lunes a viernes que tenía en ese momento.
Mis padres controlaban mi dinero, ingresaba la nomina en una cuenta de la que no podía sacar, anulé las tarjetas de crédito, etc.. O al menos eso era lo que hice creer a mis padres y a mi novia. Conservé una tarjeta de crédito y seguí apostando a escondidas, desde el trabajo. No sabéis cuanto me arrepiento, soy una persona lamentable, me estoy comportando como un mal hijo, un caradura que se está aprovechando de la bondad de los que me rodean.
A principios de diciembre todos los créditos estaban cancelados y yo había acudido al servicio de ludopatía de un importante hospital.
Me hicieron una primera visita en la que tuve que explicar mi problema, me llamaron en una segunda ocasión para realizar un test de personalidad, para poder establecer un tratamiento adecuado. Porque lo que tengo claro es que esto es una enfermedad, que la tenía en ese momento y la sigo teniendo ahora. Me llamaron en enero de 2008, para comenzar las sesiones, pero no podía acudir por el horario, ya que era de mañana
A principios de enero cambié de trabajo de lunes a viernes, y dejé el de los fines de semana, porque con el cambio vino un mejor sueldo y creía que ya no me haría falta el del fin de semana.
Como he comentado antes, seguí apostando y teniendo pérdidas por lo que comencé de nuevo a tener pérdidas y acumular créditos, cetelem, carrefour, mediatis, cofidis, finconsum, santander consumer, y un largo etcétera. Es increíble que haya vuelto a caer en lo mismo, pero esta vez incluso le debo dinero a un primo mío.
No sé que hacer, como salir de este pozo en el que estoy metido, a mis padres no se lo puedo decir, les daría un disgusto de muerte. Ya no me conceden más créditos. No puedo pedir más anticipos en mi trabajo.
Creo que solo me queda una salida, quitarme de en medio para siempre y dejar de decepcionar a aquellos que me quieren, que me han apoyado y a los que he fallado de nuevo. No se merecen volver a pasar por todo esto de nuevo.
Ni yo me merezco seguir vivo después de todo los que estoy haciendo sufrir a aquellos a los que me han ayudado durante tanto tiempo.
Sé que es una postura cobarde y egoísta. Porque las deudas seguirían existiendo y yo no estaría para pagarlas, pero no puedo aguantar esta presión por más tiempo. Sufro y veo sufrir a los que están a mi alrededor porque no me ven bien. Y eso que no saben en que vuelvo a estar metido.
Creo que lo haré de forma que reciban algo por mi muerte, con un accidente de tráfico o uno de trabajo.
Lo llevo pensando durante mucho tiempo y no veo otra solución. Se que sufrirán, pero mejor quitarme de en medio para no disgustarles más. Soy un cobarde, pero no veo otra opción.
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