La percepcion de que tenemos un problema con el juego siempre queda minimizada por el ego, esa voz interior que nos confunde en las apreciaciones.

Los ludopatas podemos saber lo que somos, tener conciencia de nuestro problema, pero desgraciadamente el ego nos minimiza esa percepcion, añadiendonos un sentimiento como la verguenza.

A partir de ahi empizan las complicaciones cara a una posible recuperacion, ya que queremos tirar de fuerza de voluntad y la ilusion de que terminaremos con todo, saldaremos deudas y aqui no se entera nadie de lo que hemos hecho.

Esto es un error monumental, ya que ese ego nos conduce al autoengaño, a creernos que podemos hacer las cosas de una manera en la que realmente si pudieramos hacerlas no estariamos en este punto

"No creo que sea necesario que nadie me controle",

"Puedo jugar poniendome unos limites, ya que es solo disciplina"

"Llevo ya un tiempo sin jugar y me encuentro bien, esto esta controlado"

Y asi podriamos seguir con frases y frases con las que el ego nos induce al autoengaño.

Tragaperras nos decia en un post anterior, la mierda que tenemos que tragar cuando nos pillan y decidimos luchar.

Esto es muy duro, doy fe de ello, pero increiblemente, aun cuando comienzas la recuperacion y das los pasos necesarios, ese ego te sigue puteando y diciendote que todo eso no es necesario y que no debes sufrir mas, que ya estas bien.

Autoengaño, si,...lo que queremos es seguir jugando.

Solo cuando el tiempo pasa y sientes la sensacion de que ese camino tan duro, realmente no lo es tanto, porque ves que puedes vivir sin controlar el dinero, ves que no te importa que controlen lo que haces, ves que te empiezas a encontrar bien, pero bien de verdad, porque el juego empieza  a no importarte...ahi empieza tu recuperacion de verdad.

Los que han seguido ese camino y los que vamos detras recorriendolo tenemos muchas posibilidades de recuperar nuestra vida.

Otros elegiran otros senderos, que bajo mi punto de vista de faciles no tienen nada y la mayoria de las veces les tocara volver al punto de partida, como esos laberintos que no tienen salida y no te das cuenta hasta que los has recorrido todos.

¿Verguenza?, eso no existe, solo es autoengaño, solo es que realmente aun no queremos parar...aunque nuestro ego nos susurre que tenemos mas fuerza que nadie y que somos unicos.

Es una enfermedad que te quita la dignidad.

¿Verguenza?

¿En serio?