Escrito el: 27 de Agosto de 2008 a las 01:08

hola quiero que me ayuden a construir un libro de auto ayuda, todos nosotros pasamos por esta maldita enfermedad y sabemos lo que cuesta luchar contra ella y contar nuestras historias nos hace ver mas la realidad cuando queremos verla. espero que me ayuden gracias

Escrito el: 27 de Agosto de 2008 a las 01:25

bueno, me falto decir que no quiero lucrar con un libro, osea no quiero ser escritor de desgracias propias y ajenas en busqueda de dinero, solo quiero que de algo sirva todo el daño que he causado en mis años de ludopata osea sacar algo positivo, poder ayudar y ser ayudado simplemente eso.

Escrito el: 27 de Agosto de 2008 a las 02:30

VESTIDO DE MALA SUERTE

Palabras solo palabras, y a palabras sabias oídos sordos. En alguna parte perdí el rumbo, las metas y las ambiciones. Maldito el tiempo. Maldito el tiempo que me transportaba a un pasado muy reciente, a momentos, esos pequeños y grandes momentos donde la vida era de otro color, donde todo tenía un sentido, donde las palabras tenían un significado.

 Donde perdí el rumbo?

Donde perdí los valores?

Caminaba sin tener donde ir, las sensaciones eran raras, en el cuerpo el éxtasis, en la mente solo sueños superfluos que enriquecían mas aun las ansias de jugar. Me convertí en un ser totalmente distinto al que solía ser, entre excusas y culpas buscaba escapar de las responsabilidades. Llegue a desconocerme frente al espejo, solo veía una imagen de algo, ni siquiera de alguien, ya no era una persona, no tenia identidad.

Comencé a transitar por caminos inciertos, por lugares que solo conocen los jugadores. Era adicto a una idea salvadora, mágica y milagrosa. En el camino dejaba la vida, las personas se esfumaban, se hacían de lado y a su vez mas me encapsulaba, mas creía que la razón era mía, solo mía.

Pobres diablos, los mata la rutina, viven los sinsabores de la vida  y cuando observen hacia atrás la vida se les fue en amarguras y desgracias.

No quería el vivir normal, no quería sinsabores para mi vida. Pero como llegue a esa idea?

Nunca me había interesado el dinero, jamás busque los falsos lujos de lo material. Si solo mirar al sol me hacia feliz; había cambiado de conceptos inconscientemente.

Me vestí de mala suerte, solo yo me deje llevar por la maldita compulsión que me dejo sin esencia, y cuando uno pierde la esencia pierde la vida.

Tiempo, solo era cuestión de tiempo.

La vida es injusta me repetía. Porque todo me pasa a mi?

No me dijeron, todo no te pasa a ti, vos te buscas los problemas solo, nadie te obliga a hacer estupideces, a no ver con claridad, a no tener valores, a no querer se feliz.

Ser feliz? Me pregunte-

Que es la felicidad? Simples momentos que duran muy poco en la vida de una persona donde no hay sensación de fracaso?

La vida es injusta me repetía. Todo giraba en torno a fantasías, a cuentas en el aire, a querer satisfacer y justificar mi enfermedad.

Las mentiras, las crueles mentiras fueron formando la base de una vida sin forma, tiempo, maldito tiempo enemigo de mis sueños, porque esperar si puedo ganar y tener ya lo que quiero?? Solo destrucción.

Donde me perdi? Cuando me voy a volver a encontrar?

Escrito el: 27 de Agosto de 2008 a las 03:46

Maldito tiempo, que me quitas la vida sin darme cuenta, en un abrir y cerrar de ojos todo habrá terminado. No hay nada peor que desear y no obtener lo deseado, es la mayor de la frustraciones anhelar y no poder concretar el deseo.

Hay diferentes tipos de personas, los conformistas, y los incormformistas. Yo me convertí en un verdadero desastre. Que me llevo a jugar? Que alguien me lo diga!! Cada problema, cada piedra en el camino era una buena excusa para aislarme en una maquina, mirando girar una pelota e intentando adivinar en que numero caería.

 Y el tiempo no se recupera.

Llegue a un sitio donde creía haber dejado el coche, mi cabeza explotaba, mire hacia todos lados y en un segundo de cordura como una ráfaga de sensatez y realidad me di cuenta que nunca había llegado en coche porque días atrás ya me había jugado la gasolina.

No tenia noción de distancias ni en kilómetros ni en cansancio, solo estaba desorientado y a la deriva.

Caminaba sin coordinar muy bien los movimientos, mirando el suelo buscando alguna moneda  para comprar cigarrillos.

 Unas horas atrás no tenia esa necesidad, pero hasta el ultimo centavo me había gastado, eso era ínfimo al saber que en mi casa no tenia que comer, pero que mas daba, si ganaba todas mis necesidades la satisfaceria de inmediato.

Responsabilidades, me repetía, ya no cumplía con ellas. Que cada cual se busque la vida, el rencor me invadía.

Dicen que de los errores uno aprende, pero yo no soy de esos. Palabras sabias oídos sordos.

Frases y mas frases, desde lo popular hasta lo profesional, consejos de quienes no padecían mi enfermedad. Que podían saber ellos?

Solo quería permanecer frente al diablo, sentado, mirando girar una rueda y viendo caer mis sueños.

Después de varias horas de masticar palabras, de hablar en voz alta a mi mismo llegue a mi casa.

Llene a bañera de agua para sumergirme y quitarme el olor a humo de cigarrillo y la mala suerte tenida.

Como un ser pensante se convierte en lo mas ignorante frente al juego? fácil de responder, es una adicción, una enfermedad como tantas otras. Eso lo tenia claro, sabia y reconocía que era un ludópata, pero la sensación del juego no había con que suplirla, no había nada de nada que me diera la sensación de sentirme un ganador y no había nada de nada que me diera la sensación de sentirme la mierda mas grande sobre la faz de la tierra.

Auto castigo me dije, eso es lo que estoy buscando, culparme y arruinarme a mi mismo por las cagadas.

Pero auto castigo? Y la gente alrededor que sufre por mi?

Pues nada, ellos sabrán que hacen de sus vidas yo no les pido que me entiendan.

Auxilio, ayúdenme, no me dejen solo, no puedo mas.

Esas hubiesen sido las palabras correctas en el momento preciso.

Escrito el: 27 de Agosto de 2008 a las 22:39

Como pedir auxilio si la gente cuando uno esta mal lo primero que hace se escapa, nadie pone el hombro por nadie. Mi cabeza se convencía de irrealidades.

Mañana gano, mañana será otro día, una nueva revancha.

Al despertarme no solo no había descansado sino que las pesadillas absurdas me habían invadido por completo. Las escenas de los sueños se dividían, una casa, un país, gente que ya no era parte de mi vida.

Donde estoy?

Al abrir la ventana concluía en la misma teoría.

Que loco estoy!! Auxilio por favor!!

Física, mental, y psicológicamente aniquilado.

Porque a mi? Necesitaba explicaciones, las palabras de las personas no eran lo suficientemente fuertes para quebrar mis hipótesis ganadoras.

Necesitaba sentirme fatal para tomar fuerzas y resurgir,  necesitaba perder sentirme un desdichado, darle la razón a aquellos que dicen que la vida es una mierda.

La vida no es una mierda, lo se, solo que justificaba mis actos por el propio enceguecimiento y la adicción.

Donde me perdí? Donde deje mis anhelos?

Todo lo quería ya, no podía construir en el tiempo un futuro tenia que ser ahora y el presente se iba de mis manos construyendo un futuro incierto mas aun.

Trabajaba solo para jugar, dinero que tenia lo echaba en una maquina, ya no salía con mis amistades, las mujeres en mi vida eran ocasionales.  donde me perdí?    Donde deje mis sueños mis ambiciones?                                                                                          Ya no me quedaban intenciones de enamorarme, mucho  menos de tener una relación formal un matrimonio, me aferre a la soledad. Lo peor es que me fui acostumbrando a vivir en el infierno. Era un fantasma, sin vida propia.

Al llegar al trabajo especulaba cuanto ganaria en esas horas ya que era un trabajo donde manejaba dinero diario, y mi cabeza disparaba lo irracional. Tantas horas por nada? Si en 5 minutos de juego puedo ganar lo mismo?

Que hago trabajando?

Era normal pensar asi, la enfermedad se adueñaba de mi cada día mas.

La suerte de principiante es real, la mayoría de los jugadores la primera vez gana , ahí se dispara esa química que muchos le llamamos adrenalina, ese sentir, ese placer que nos hace inmortales solo por unos segundos. Y si no tienes carácter, conducta o noción de las realidades vuelves a buscar mas y mas.

 Adrenalina!! Dosis de adrenalina mezcladas con desilusión, angustia y fracaso.

La derrota y la decepción son parte de la magia del juego en su mayoría de las veces, el juego no esta hecho para que el jugador gane sino al contrario esta hecho para enriquecer a los que viven de las desgracias ajenas.

Y las desgracias aparecen de miles de formas diferentes y en todas sus facetas, no es solo el dinero que uno pierde ganado honradamente y con esfuerzo de un trabajo, es todo lo que acarrea, deudas generales, mentiras, ruptura de confianza con los seres queridos y un mundo de quimera.

Escrito el: 27 de Agosto de 2008 a las 23:20

Las horas no pasaban jamás en el trabajo, cada minuto pensaba en nuevas jugadas, nuevas formas de apostar y solo hacia cuentas, pensaba y pensaba en que iba a gastar las fortunas recompensadas, quería recuperar lo perdido y solo me repetía: cuando me devuelva lo mío no juego mas.

Había pasado mucho tiempo desde que me había convertido en jugador, en un adicto desconcertado.

Dios es un gran manipulador me decía, soy una marioneta y se divierte poniéndome a prueba día a día.

Pero claro esta que solo yo decidía por mis actos, la estupidez me llevaba a pensar cosas raras.

Vestido de mala suerte iba por la vida.

Que es la suerte? Hoy yo no se si existe, quizás es una palabra que define momentos donde las cosas encajan en su debido lugar y lo que denominamos mala suerte son las malas elecciones que tomamos.

Siempre hay como mínimo dos caminos a elegir, paralelos con varias realidades iguales y distintas a la vez.

Suerte, destino, casualidad, elegir esa es la clave.

Porque siempre me empeñe en elegir mal, sabiendo las causas y consecuencias?

Respuestas, solo necesitaba respuestas para mi cerebro complejo y analítico.

Llegada la tarde, finalizado el día laboral, contento de que ya podía ir a jugar me olvidaba de todo y de todos, se paraba el tiempo solo me urgía llegar a sentarme frente al diablo una vez mas.

Extasis dos aciertos consecutivos, frustración en dos minutos el programa inteligente de la maquina se encargaba de quitarme lo ganado y lo propio. Mas dinero sacaba de mis bolsillos hasta que la historia se repetía una y otra vez, hasta meter la mano y no encontrar nada absolutamente nada. Y ahora que hago?

El retorno al hogar. Otra vez sin nada de nada.

El mal carácter era constante, todo me parecía mal, las cosas simples eran estupidas, ir a un cine?

No, claro que no, era mal gastar el dinero.

Los valores de las cosas ya los había perdido, lo barato me parecía caro y lo caro mas caro aun.

Me privaba de un par de zapatos, de una cena, de un café, una moneda mas era una moneda mas para jugar, el día que iluminado me retiraba a tiempo con el dinero ganado solo lo guardaba para el día siguiente volver con mas porque siempre hace falta mas y mas y mas, nunca es suficiente.

Ya los proyectos cambiaban, con el dinero se sueña.

Todos los días esos pequeños sueños eran los que me llevaban a desafiar a la vida.

 Porque no veía? Pues dicen que no hay mas ciego que el que no quiere ver, y yo no quería ver solo quería jugar para sentirme desdichado.

Autocastigo, autocastigo me repetia.

Escrito el: 30 de Agosto de 2008 a las 19:02

Días, meses y años. Cuanta vida perdida, cuanto dinero mal gastado. El deseo de recuperar lo perdido creció, antes jugaba por cumplir deseos, sueños o solo por escaparme de las realidades, ahora jugaba por esto y por mas.

Era un enfermo en potencia. Esa era la clave de mi desgracia, querer recuperar lo perdido, pero no era solo el dinero, era todo y todos, demostrarle a los incrédulos que había triunfado, que fui afortunado, que la varita mágica me había concedido mi deseo y que la vida me sonreía.

Sin embargo esta panacea fue comiéndome poco a poco hasta tocar fondo, un tiempo de sensatez, ciento cincuenta millones de veces jurarme y re jurarme no volver a jugar hasta que la locura se apoderaba nuevamente de mi y volvía a las andadas. Recaídas? Pues millones, yo creo que cuando uno termina de jugar y mas tendiendo la desgracia de haber perdido es cuanto mas promete no volver a jugar, hasta que se tiene dinero nuevamente y otra vez a desafiar a la suerte.

Ya no sabia de donde sacar dinero, lo que ganaba trabajando me era insuficiente y como soy inteligente para las cosas erroneas una mañana llame por telefono a un anuncio que decia…

Compro su coche, pago ya en dinero en efectivo-

Si bien era mi herramienta de trabajo, empece a buscar excusas, que el coche ya tenia muchos kilómetros, que daba problemas, que estaba maldito porque le pasaban cosas raras. Todas excusas.

Esa misma mañana vendí el coche por menos de la mitad de su valor. Como debía ser, me quedaba mas cerca de lo que se imaginan la sala de juego, dinero en mano, me dije

Pues hoy si, tenes resto para jugar, y si gano me compro otro coche mas nuevo.

Ese día perdí en 30 minutos mas que en meses de juego, me fui con menos de la mitad del dinero y me dije lo mismo de siempre. Y ahora que?

Había una sola respuesta, yo hasta entonces no la sabia.

Al día siguiente fui a un banco y abrí una cuenta para no gastarme lo que quedaba, me acuerdo que durante una semana no pude retirar nada ya que eran las pascuas y el banco estaba cerrado.

Una semana de abstinencia total obligada, solo pensaba que cuando abriera el banco iría directo a retirar todo ya que era lo peor que había hecho. Y así fue.

Llegado el dia el primer cliente era yo, documento en mano no deje ni un centimo en la cuenta.

Me tome un autobús derechito a la sala de juego, el viaje duraba 10 minutos, eternos 10 minutos.

Éxtasis, ya pensaba que coche compraría si tenia la dicha y la gloria de ganar. Yo creo que en total estuve unas 14 horas ya que entre de día y Salí por la noche con un refresco en el estomago ya que no pare ni para comer por miedo de perder ese tiempo y que la maquina tirara los números favoritos.

Escrito el: 31 de Agosto de 2008 a las 22:00

Luces y sonidos llamativos, campanas, ruidos de monedas y penumbra al mismo tiempo.

Nuevamente en ruinas, pero esta vez había llegado mucho mas lejos en la estupidez, ya estaba gravemente perjudicado psicológicamente, lo primero que pense fue en suicidarme, acto de cobardía por no querer enfrentar las consecuencias de mi enfermedad.

Otra vez a caminar rumbo a mi casa, esta vez no por estar desorientado sin saber donde había dejado el coche sino por no tener coche.

Sin trabajo, sin dinero, sin nada. Trabaje unos dias con un coche que me prestaron, me tuve que  volver a la casa de mi madre ya que no podía pagar el alquiler.

Un año divagando por la vida, iba a una sala de juegos a ver si me encontraba alguna moneda tirada en alguna maquina, bebía gratis algún refresco y conocía gente nueva.

Todos los días la misma rutina, mirar el suelo con la ilusión de encontrarme alguna cartera perdida de algún despistado ya que el juego te hace no saber en que mundo uno se encuentra.

Mundo de colores.

Por suerte ese año un primo, familiar, me envio el dinero para el pasaje a su ciudad que quedaba a unos 1100 km, el queria armar un microemprendimiento y para darme un objetivo sabiendo mi situación me pidio ayuda.

Durante unos 4 meses me senti muy util, en ese tiempo mi familia, madre, hermana y sobrino se fueron a vivir a españa.

Ya para entonces trabajaba con un amigo de la infancia y con un poco de suerte las cosas a nivel laboral iban bien. De juego nada. Dormia por las noches como un bebe.

Pronto el dinero no abundaba pero no me faltaba y las ambiciones de querer  ayudar a todo el mundo que estaba mal me empezo a comer la cabeza.

Nuevamente jugar sin parar, vivia de mi amigo con su esposa e hija, yo creo que por amistad no me echaron de su casa ya que vivia en el casino mas que en la casa.

Deudas, pocas pero deudas.

Frene unos meses de jugar, decidi vivir en españa

Y pedi a mi familia que me enviara el pasaje. Y asi fue.

Al llegar me encontre con una ciudad muy bella, mar y montañas juntos, el paraíso.

Una nueva vida me dije, a los pocos dias ya trabajaba, no se me ocurria ni por casualidad jugar, me mantuve asi unos meses, hasta que la vida me puso a prueba nuevamente.

Con un prestamo que me otorgaron compre un coche, pagaba mis obligaciones perfectamente hasta que me quede sin trabajo, y nuevamente las obligaciones y responsabilidades.

Escrito el: 03 de Setiembre de 2008 a las 00:59

Una noche entre la desesperación y la enfermedad me fui al casino y con muy poco dinero gane bastante, Salí despavorido, pague esos agujeros económicos que tenia y me quede en stand by. me otorgaron otro préstamo en una de esas promociones que los bancos dan, junte el dinero

compre coches para venderlos y así obtener una ganancia.

Esa era la ganancia que pagaría mis deudas.

En dos meses estaba peor que al principio, quise convertirme en jugador profesional, claro ganar pequeñas cantidades día a día y vivir del juego ya que no tenia trabajo.

Poco a poco perdí interés en todo, ya no me importaba si era productivo el negocio.

Empecé a trabajar en un hotel solo dos o tres días por semana y de noche, me dejaba tiempo libre, mucho tiempo libre que bien aplicado es productivo, mal aplicado es lo peor que le puede pasar a un ludópata, tener tiempo para jugar. Por las mañanas me juntaba con un colega que era quien me había metido por así decirlo con la compra venta de los coches, no nos conocimos en una biblioteca claro esta, sino en un salón de juegos.

Lavábamos los coches, íbamos de acá para allá, queríamos hacer cosas para ocupar todo ese sobrante de tiempo y no jugar, pero la inteligencia siempre busca esos momentos y excusas, ir a tomar un café, almorzar, solo ir a mirar jeje.

La pregunta siempre era la misma. Y si hoy es el día?

Mundo de quimeras.

A todos los males propios se sumaron los ajenos,  meses después de solicitar el segundo crédito el banco me dijo que no podían dejar que lo pagara en cuotas, tenia que devolver todo el capital en un solo pago, algo imposible ya que el dinero lo había invertido y gastado obviamente en juego.

Me hicieron de los dos créditos uno, Sumando gastos que ya había pagado, intereses por mora que no me correspondían ya que el banco no me daba solución alguna,

La bola de nieve comenzó a crecer. La crisis económica en España no se hizo esperar, la construcción comenzó a caer y la gente a quedar sin empleo, en cadena todo se fue a pique. La pregunta de siempre flotaba en el aire.

Y ahora que?

Tiempo al tiempo.

Y el tiempo mata.

Escrito el: 05 de Setiembre de 2008 a las 01:25

lucha interna, gracias por el comentario. una cosa te voy a decir, el ser humano es hipocrita por naturaleza, todos sabemos lo que es el juego, lo que no sabemos o en mi caso es el porque si bien sabiendo qie es una enfermedad, cual es el punto y de donde nace la misma. autocastigo??

Escrito el: 11 de Setiembre de 2008 a las 02:16

Día de verano, calor, mucho calor.

Muy temprano me reuní con unos amigos y amigas para ir a una piscina pública a pasar el día.

Día domingo, un esplendido día domingo.

Tenia unos 26 años, trabajaba, estudiaba y llevaba una vida normal. Cuando digo y me refiero a normalidad, solo hago referencia a tener lo que generalmente la gente llama una vida rutinaria.

Sol, agua. Una chica dentro de la piscina nadaba cruzando lo largo de la misma, en su descanso a tomar un poco de aire proyecto su vista hacia mi, no dejaba de mirarme, no tenia vergüenza y nada la cohibía, una mirada picara e insinuante, seguramente no me miraría por lo bonito, porque de hecho no soy un hombre apuesto, pero tengo que confesar que siempre tuve suerte con las mujeres, la suerte del feo quizás, pues no lo se.

Como acalorado, me metí de cuerpo entero al agua, nade muy poco y me sostuve del borde de la piscina a su lado.

Conversación breve, esas conversaciones frívolas y apagadas que suelen generarse entre dos personas de diferente sexo que nunca se vieron en la vida, y las preguntas de siempre.

De donde eres?

Como te llamas?

Que edad tienes?

Y faltaba solo que horóscopo eres?

Con eso se cerraba el cuestionario de preguntas simples que no hacían mas que iniciar una plática que terminaría con un beso y un número de teléfono.

Sabrina, así se llamaba esta muchacha voluptuosa, con un físico privilegiado y unos ojos celestes bellísimos trabajaba en un centro comercial como camarera de un complejo de bowling.

En la misma semana de haberla conocido, la llame por teléfono y me invito a tomar un café, decidido, al salir de la universidad emprendí el viaje ya que quedaba de paso su trabajo hacia mi casa.

Eran casi las 23:45, Sabrina terminaba de trabajar a las 4 de la madrugada, y claro si quería pasar un momento con ella tenia que esperar que concluyera su turno de trabajo.

Claro ella para que no me quedara tanto tiempo esperando me comento que dentro del centro comercial había una sala de bingo. El bingo ya lo conocía de unos años antes que concurría con un amigo pero jamás me gusto eso de andar marcando los numeritos, es mas nunca tuve la dicha de ganar y la verdad para hacer tiempo no me molestaba la idea de ir a jugar unos cartones y tomar un refresco sabiendo que mal gastaría el dinero.

Al entrar a la sala lo único que escuche fue el susurro del diablo que decía en un tono de voz robótica la gran frase esperanzadora de “No va mas”

Que paso? Me pregunte-

Al mirar a mi izquierda había una ruleta mecánica, me acorde rápidamente de mi adolescencia donde había jugado a una ruleta pequeña que tenia una luz que giraba simulando la bola y que ya me había  robado tiempo y dinero. Maldita desgracia.

Le pregunte a una empleada como tenia que hacer para jugar, a lo cual me respondió de manera muy simple; poner dinero y apostar, así de fácil.

Me acuerdo que no ingrese mucho dinero, solo en ese momento quería ver de que se trataba este nuevo invento de la tecnología.

Y la bola salio girando alrededor del plato, unas vueltas rápidas, toco un diamante, salto y cayo en el numero.

Que sensación! Nunca lo voy a olvidar.

Hay que adivinar donde cae la bola! Me dije-

Hice una jugada sin saber mucho de martingalas ni combinaciones numéricas, solo fue apostar a lo que se llama un sector de la ruleta.

Aposté y gane.

Al retirarme había conseguido la suma que me costaba ganar en un día o mas de trabajo.

Felicidad, éxtasis, adrenalina.

A esta maquina la conozco!- Me dije a mi mismo-

Fui a buscar a la salida del trabajo a Sabrina y nos fuimos a un hotel a pasar lo que quedaba de la noche.

Al día siguiente, recuerdo que al salir de la universidad ya tenia planificado volver a visitarla. En mi inconciente sabia que la verdadera visita era a la ruleta.

Al llegar, aparque el coche, entre al centro comercial pero me dirigí directo a la ruleta, ya que ella terminaba por la madrugada de trabajar me daba tiempo para jugar unos numeritos. Fue mi primer autoengaño.

Gane nuevamente.

Verdaderamente me creía afortunado, convencido estaba que a la maquina la conocía de toda la vida.

En vez de esperarla me fui a mi casa a descansar ya que al otro día yo trabajaba muy temprano y quería descansar.

Durante unos días realice la misma rutina.

El fin de semana siguiente fui a visitar a un amigo que tenia un mercado de ventas de frutas y carnes.

El era compañero de andadas de la adolescencia y conocía la misma ruleta de luz.

Necesitaba comentarle de mi hazaña.

El tenia conocimiento de  otros lugares donde había maquinas muy similares, solo variaban en modernidad, unas con pantallas táctiles y otras con botoneras, pero el mecanismo era el mismo, se disparaba la bola y caía en el numero supuestamente azaroso.

Porque digo supuestamente azaroso? Pues eh llegado a la conclusión de que en la vida no hay nada que sea azar, todo esta trucado. Ya daré mi explicación.

Al cerrar el negocio nos dirigimos a una sala de juegos,

Jugamos unas horas, el tiempo se paso volando, ganábamos pero decidimos seguir  y perdimos lo ganado y lo propio.

Al día siguiente se nos ocurrió ir al casino a buscar la  revancha y así recuperar lo del día anterior, Alfredo tenia mucho dinero en su poder, ya que manejaba buenas sumas para la compra de mercadería del negocio.

Para poder acceder a la sala de ruletas el casino tenia una ley por asi decirlo que había que ingresar con fichas o dinero por cierta cantidad. De hecho teníamos 20 veces más de lo que el casino imponía.

Al llegar a la mesa de ruleta preguntamos cual era el valor de la ficha y nos pareció cara.

Todavía éramos concientes del valor del dinero, osea manteníamos la concordancia. No recuerdo si esa noche jugamos con exactitud, pero creo que mi memoria no falla y nos retiramos sin apostar un céntimo.

Al volver de camino a su casa si hicimos un alto en la sala de juegos, fuimos a la ruleta mecánica, pasamos toda la noche y perdimos bastante dinero.

Como el vivía muy lejos de donde yo vivía, me quedaba a dormir en su casa, por las mañanas me despertaba y me iba a trabajar. En principios iba los fines de semana, ya cuando el juego se adueño de nuestra mente, metí en una mochila una muda de ropa y frecuentemente pasaba a visitarlo para ir a jugar.

Todas las noches nos repetíamos lo mismo, no jugar mas.

Asi durante un par de meses seguidos.

Al poco tiempo, Alfredo, mi amigo se caso.

El día de la fiesta de su boda, en total éramos cuatro amigos jugando a la maldita maquina para poder ganar el dinero que le faltaba para pagar la vajilla del salón que había alquilado para realizar la reunión.

Pues tuvimos suerte, logramos el objetivo.

Ya no había noción del valor del dinero.

Ya para ese entonces dos amigos mas de la infancia, se sumaban como compañeros de batalla y concurrían a jugar, a veces juntos y otras nos encontrábamos por casualidad no tan casual.

Día a día, cada cual con su trabajo, su vida, sus cosas, pero todos con la cabeza ocupada en lo mismo, solo pensábamos  en  terminar la rutina para ir a jugar.

Ya éramos cuatro dependientes de la enfermedad, pero entre nosotros nos entendíamos, las penas y las glorias.

Ninguno sabia hasta entonces de que iba la ludopatía.

El dinero del trabajo se esfumaba muy rápido, y los bienes materiales que ya no daban utilidad pasaban a ser objetos de venta para solventar los gastos. En realidad no importaba si lo que se vendía era útil, solo importaba el dinero para jugar.

Siempre la misma gente, las mismas caras, los mismos perdedores.

Porque si todos los días uno pierde vuelve a jugar?

En eso consistía, en querer recuperar lo perdido.

Inventábamos cualquier estupidez, cabalas, ya sabíamos de martingalas, conocíamos la historia desfigurada de la invención de la ruleta, del seiscientos sesenta y seis que era la suma de todos los números, y de tantas cosas improductivas que no se por que la cabeza las guarda en la memoria, y las retiene mas que las cosas que verdaderamente valen la pena.

Si me preguntan la fecha de cumpleaños de mi madre, seguramente me tendré que esforzar para recordarlo, ahora de la maldita ruleta pues creo que no tengo que hacer ningún esfuerzo para recordar la ubicación exacta de los números y su respectivo color.

Alfredo se retiro rápido del juego, ya al estar casado el tiempo no le permitía concurrir con frecuencia.

De Damián, pues solo después de una discusión por dinero donde no se quien tenia bien la razón no tuve mas noticias.