| Escrito el: 26 de Mayo de 2008 a las 14:32
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Desde que empece con la rehabilitacion me he ido dando cuenta que desde pequeño yo era jugador compulsivo. Mi infancia siempre ha estado muy ligada a los juegos y ni que decir tiene que yo siempre era el ultimo en irme y el primero en llegar.
Recuerdo que bien fueran las canicas, los cromos, las peonzas o las maquinitas de videojuegos yo siempre tenia que ganar, o me subia con todas las canicas o no subia con ninguna, siempre apostaba por encima de los demas e intentaba farolear para que se hecharan para atras. Tambien recuerdo como robaba a mi madre del monedero para irme a los recreativos y mientras mis amigos tomaban algo compraban chuches yo me gastaba el dinero con los marcianitos y luego les pedia que dieran chuches por que yo no tenia dinero para comprarlas.
Una vez que empece a currar tuve una temporada bastante light, en la que apenas jugaba a la primitiva,las quinielas de futbol y la loteria de navidad. A partir del año 2000 empece con las maquinas tragaperras, tambien visitaba de vez encuando algun bingo y todas las semanas compraba loterias. Empece con las mentiras, los creditos y ha destrozar todo lo que habia a mi alrededor.
Nadie de mi familia ni la que por aquel entonces era mi novia sabian absolutamente nada, todos creian en mi y jamas hubieran pensado que yo tuviera cualquier problema. Me compre el piso en el que ahora felizmente vivo con la que ahora es mi mujer y nunca me perdonara el haberme casado con ella engañandola. Todo iba sobre ruedas yo hacia mi vida de jugador y mi vida "normal" osea mi vida de mentiras embustes y desprecio hacia las personas que me querian. Yo pensaba que tenia mala suerte que mi vida era asi y eso era lo que me habia tocado vivir, pero simplemente eso era otra excusa para no dejar de jugar.
Las deudas eran cada vez mas grandes, los bancos ya me reclamaban, y mi mujer seguia sin saber nada, yo cada dia que pasaba rezaba y pedia a Dios que me ayudara, que me enseñara el camino para salir de esto, pero Dios no me escuchaba y yo seguia jugando.
Un dia llego la renovacion de la tarjeta del alcampo a mi casa y para celebrarlo despues de gastarme el dinero que tenia en un bar decidi hacerme un regalo, me compre el ordenador desde el que estoy escribiendo esto, bendito ordenador.
Mi mujer no se creia que me lo habian regalado con unos incentivos de la empresa pero despues de utilizar mis artimañas consegui medio convencerla. Yo pensaba en recuperar la inversion que habia hecho pagar el ordenardor que habia pagado con la tarjetay en fin el cuento que todos nos contamos, llego el recibo y claro mi mujer entro en colera, llamo a mi madre hablaron y me llamaron para que viniera a casa, me sentaron y entonces vi el camino que tanto habia pedido, el camino era LA VERDAD dejar de mentir y contar la verdad, si me han pillado pero decidi no mentir mas y contar la verdad.
Desde ese dia pertenezco a una asociacion, y ahora soy yo el que da las terapias a la gente nueva que viene.
Estoy recuperando mi vida, mi personalidad y mi autestima y por consiguiente a mi mujer y a mis padres.
EL UNICO CAMINO ES LA VERDAD.
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